2019 todo bonito, todo precioso. Apenas seis días y yo ya lo siento un gran año. Espero que todos la hayan pasado genial recibiéndolo y los que están en México hayan disfrutado de su pedazo de rosca y que si les salió el monito no se hagan rosca y paguen los tamales el 2 de febrero. Por otro lado, sé que en la última publicación del 2018 les prometí la lista de propósito de este año; sin embargo, después de bastante angustia (les juro) no conseguí nada. Incluso para animarme invité a Rollito (se llama Axel, pero para mí es Rollito, excelente cine fotógrafo, síganlo en Instagram @lexariel2) a que hiciera la suya y yo le compartiría la mía. Todos los días me sentaba frente a la hoja en blanco y nada. A ver, siento la necesidad de explicarme al respecto, sí sé qué quiero, pero no quiero angustiarme por eso plasmándolo en un papel, prefiero fluir; es decir, tomar las oportunidades como surjan y sobre todo disfrutarlas. Sucede que el año 2018 hice un balance y me di cuenta de que sí he hecho muchas cosas en mi vida, que han significado mucho para mí y otras personas, pero yo misma no me he sentido ahí por concentrarme en el objetivo he dejado de lado el proceso, lo más rico.
O sea, no pasa nada si ahora mismo no sé qué hacer o no lo tengo plasmado, gracias a mi disciplina de soldado raso he adquirido hábitos bastante positivos, ahora solo falta combinarlos con un poco de diversión y disfrute. Casi toda mi vida temí volver a escuchar las condenatorias palabras de mi padre frente a mis dudas: “Hijita, no sabes lo que quieres” entonces yo en friega descifrando qué rayos quería en la vida e insisto muchas cosas sí sé que las quería o que las anhelaba y sucedieron, pero no necesariamente por saberlas; sino por permitirlas y por disciplina una vez descifradas. No tener idea de qué se quiere, no saber es parte de la misma humanidad, de mi humanidad y hoy más que nunca decido en conciencia fluir, hacer lo que amo y amar lo que hago.
Este año sé quiero publicar mi libro de cuentos, filmar Un día especial, seguir escribiendo, correr más, usar ese bikini amarillo, certificarme como PM, viajar a Chile, Brasil y Costa Rica, tejer, actuar, divertirme… ¡Ajá! No crean tampoco que andaré por la vida dando de tumbos ¡NOOO! Sólo que para hacer algo diferente decido en toda conciencia fluir, fluir, fluir.
Así que si están como yo sin una lista y sin idea de una, fluir es la opción.
Lo correcto de lo incorrecto 
Un comentario en “Go with the flow”