Cada miércoles podrán encontrar la reseña del libro más reciente que haya tenido en mis piernas para que se animen a leer, discutir o de plano a tirarlos por la ventana.
¿Tener o ser? escrito por Erich Fromm plantea la disyuntiva entre estos dos verbos “tener” y “ser”. Si bien Fromm ya es así como un gurú en el sentido del análisis de crítica social; a través de este texto exhibe la opresión que tiene el ser humano por poseer más que ser en un sentido amoroso, placentero y de comunión consigo mismo y su entorno.
Mientras tener indica posesión, ser denota identidad. Vamos por la vida definiéndonos por medio de la profesión, misma que poseemos y nos valida, respondemos a la pregunta “¿A qué te dedicas?” con el SER, porque no es lo mismo decir “Soy Juan Perez” lo cual podría ser suficiente; soy yo; sin embargo, cobra un valor, un peso real en el momento que se enuncia “Soy licenciado”. La profesión, obtenida, poseída es la que nos define, incluso me atrevo a decir, justifica la materia (nuestra existencia) en el espacio que es el mundo donde nos desenvolvemos o donde pretendemos hacerlo con éxito, aceptación y celebración. La posesión define hasta las emociones y es gracioso (al menos para mí) cuando una persona expresa de sí mismo “los ingenieros/pilotos/geógrafos somos así” es como si por la decisión de su profesión les fueran prohibidas y/o anuladas las otras posibles emociones que pudieran experimentar por el simple hecho de ser. La posesión definida en las relaciones de pareja anula la sensibilidad en un individuo y la intensifica en el otro.
Fromm plantea algo muy sobresaliente al respecto del poder que ejercemos en el momento de enunciar nuestras emociones; es decir, deseamos poseer desde lo tangible; una casa, un auto, un negocio hasta lo intangible; las preocupaciones, el insomnio, la felicidad, el amor; mismo al que Bauer califica de Dios, pero no cualquier Dios; sino uno cruel. La reflexión expuesta por Fromm en ¿Ser o tener? No es más que un recordatorio de lo ilusoria que puede ser la realidad que podemos crear por el poder del poder crear, como Michael Maccoby, una escala del amor.
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Lo correcto de lo incorrecto 