UNA EDAD

Yo creo que hay una edad para todo

Una edad para que por fin entiendas un poema

Una edad para llorar frente a la gente sin vergüenza

Una edad para acariciar un animal callejero sin temer a las pulgas

Una edad para tomar café y mirar por la ventana agradecido por renacer reconciliado con la muerte si se le ocurre venir

Una edad para mandar a la mierda lo que estorba

Una edad para rendirse y levantarse después de rendirse

Una edad aceptar el mar que no se tiene, ni se tendrá en el patio trasero que es el pasado

Una edad a la que se admite la tristeza oculta en una sonrisa

Una edad para matar desalmadamente a la Esperanza y verla agonizar sin reparos

Una edad para escupir la realidad y elegir la fantasía como hogar

Una edad para todos los besos en una llamada

Una edad para convertir todos los dioses en hombres mortales y matarlos también

Una edad para arrancar las plantas secas

Una edad para gritar

Una edad para ahorrar experiencia e invertir en sueños

Una edad para gritar

Una edad para admitir el anhelo de tener un padre que te lea cuentos para dormir dentro de un sueño infinito

Una edad a la que el huevo deja de saber a dolor

Una edad a la que se espera llegar si se despierta si es que hay un mañana

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